LA DOCTRINA DEL SIGILO

            Los reclutados por Escrivá eran programados para decir que no había secreto alguno; y que “mantenemos el sigilo sírveselo para provocar curiosidad”. “mientras más curiosidad despierten por el Opus  Dei, más se ayudarán a divulgar su obra y el cristianismo”.Según el Pr. Onezio las manifestaciones más divulgadas y difundidas, por el Opus Dei de Escrivá, fueron y son “Los Cursillos de la Cristiandad”. Las personas eran retiradas de su medio y familiares y llevadas a lugares desconocidos para lavarles el cerebro. Se rompían los vínculos con parientes y se comprometían a trabajar por el Opus Dei como la única visión de la Iglesia. Durante el pontificado de Juan Pablo II este movimiento controlo el Vaticano. Para que tengamos una idea del infierno psíquico que vivieron algunos ex integrantes del Opus Dei (prima hermana de la metodología del G-12 evangélico) veamos lo que dice Raimundo Pániker:“El Opus, dice Pániker,[1] quiere salvar al mundo de sí mismo en nombre de Dios, pero según sus propias condiciones. Las condiciones del Opus, por supuesto, son idénticas a las de su fundador. Toda gracia que conduce a la salvación llega a los miembros del Opus Dei a través de su fundador. A través de la gracia del fundador eres lo que eres. De ahí los traumas que sufren los que se salen. Demasiado a menudo creen, y los miembros del Opus lo piensan así, que al separarse de esta fuente de gracia se ponen a sí mismos fuera de esta institución de inspiración divina e inalterablemente perfecta, y están destinados a condenarse eternamente. “El demonio actúa rápidamente le dijo Janet Gould a su madre cuando le explicaba por qué no podía abandonar por un corto período la residencia del Opus para ir a casa de visita- y lo hará si me marcho de aquí. (Citado en el “Catholic Pictorial”, 13 de septiembre de 1981. La señorita Gould ya ha dejado el Opus). El impacto sobre los miembros del Opus es predecible. Se les separa tempranamente de su familia natural. Se les enseña a creer que la salvación es imposible, ahora que son miembros del Opus Dei, sino sólo a través de la organización en la que han ingresado. Suple su vida familiar, su medio ambiente, al menos en todo lo que no sea actividad profesional y, en muchos casos, especialmente para las mujeres, también ésta. Cuando están desengañados, por lo tanto, el impacto emocional es aplastante. Los que quieren marcharse no tienen a nadie a quién recurrir, nadie, fuera del Opus, con quien establecer una relación lo suficientemente estrecha como para que puedan confiar en ellos. Y también han sido educados en la creencia de que al romper sus lazos están cometiendo el pecado más infame. La salvación es transmitida a través del Opus. Sin el Opus, el antiguo numerario está condenado[2]“.

Sigue diciendo: “En la Obra empequeñecen a Dios y le hacen cómplice de una increíble tela de araña para tenernos bien aferrados con frases tan engañosas como “la infidelidad, romper la unión con Dios, eso es lo grave” (Escrivá). ¡Ahí está la trampa! Míralo de la siguiente forma: Para Escrivá, irse de su obra es igual que… ¡romper la unión con Dios! (¿Cuánta soberbia se necesita para hacer una afirmación semejante?)” .

Para algunas facciones del catolicismo el Opus Dei es considerado como una secta psicológicamente hablando, peligrosísima si leemos un artículo que dice: “…abundan los casos de perturbación psiquiátrica. Deforman la personalidad por desenvolverse en normas producto de la mente enferma de Escrivá. El obispo Opus Dei Xavier Laurizaca, que prologó el libro ‘Camino’ de Escrivá, terminó en un manicomio. El padre Arrupe pensaba que el caso de Escrivá se inscribe dentro del psicoanálisis, pues a menudo afloraban sus obsesiones sexuales. Carmen Tapia, ex miembro y autora de “Tras el Umbral-Una Vida en el Opus Dei’, refiere que Escrivá dijo sobre una miembro que secretamente le trajo correspondencia: ‘ahora será azotada, bájenle la falda, rompan sus calzones, y denle en el pompi’. Otro rasgo de megalomanía es que se comparó con Cristo al reclutar 12 colaboradores -como los 12 apóstoles de Nuestro Señor- para empezar su ‘obra de Dios’ (Opus Dei), de la cual ha dicho que es divina. Esto significa blasfemia, habla del producto de su perversa mente como si fuera obra de Dios. Se debe tener presente que Escrivá de Balaguer fue un enfermo mental, cuya desquiciada ‘doctrina’ ha conducido a más de uno al manicomio o a la consulta psiquiátrica (como es el ya conocido caso de Tudela)”. Existen indicios y características que dela-tan la Visión Celular del G-12 como una copia calcada de lo desarrollado primero por Loyola,  y adaptado al siglo XX por Monseñor José Maria de Escrivá. Los pastores y líderes cristianos en general deben investigar sobre estos tópicos, y examinar con detenimiento el fondo de la forma pues la salud de las iglesias evangélicas está en juego.   “Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo” 1 Corintios 10:15.

EL ORIGEN DE LA VISIÓN DEL G-12

   En Colombia existe una iglesia neopentecostal carismática de tendencia ecumenista llamada “Misión Carismática Internacional” fundada por César Castellanos el cual tuvo una iglesia que en un año creció de 30 a 120 personas, pero desconforme con el resultado numérico, renunció y se apartó de tal iglesia. En una ocasión, estando de vacaciones en una playa colombiana, recibió una visión donde supuestamente Dios le mostró el modelo de iglesia que Él quería. Fue allí que dogmatizo un número, al cual le dio poderes mágicos, y nació el grupo de doce, formando células. Este plan esta montado sobre el número y dicen que es el modelo que Jesús mismo impuso estando en la tierra, al escoger y discipular a 12 hombres, estos a su vez llevarían el evangelio a diferentes comunidades del mundo imponiendo este método que por cierto no se menciona en ninguna otra parte del N.T.

El G-12 propone estructurar su organización sobre el número 12, dicen que el secreto está en el número y que organizándose de ese modo las iglesias obtendrían un crecimiento sobrenatural.

Frente a esta afirmación tenemos nuestro primer cuestionamiento;  consideramos que existe una confusión generalizada con respecto a qué es un modelo bíblico, pues no existe evidencia de que  los apóstoles siguieran un plan semejante ya que no se registra en todo el libro de los Hechos este método estructural. Creemos que el hecho de que Jesús haya escogido a 12 personas para que sean sus discípulos no significa que las iglesias evangélicas deban organizarse en base a 12 discípulos como un mandato divino imperativo. Notamos, por ejemplo, que en la primera necesidad que tuvieron de organizarse para atender a los necesitados eligieron 7 diáconos, (Hechos 6:1-7), y Pablo cuando organizo  la iglesia puso ancianos (Hechos 14:23), no determinando el número como algo mágico. Además debemos señalar que existen otros eventos “modelos” en el libro de los Hechos que son difícilmente aplicables a nuestra época o a ciertos países, tales como la venta de los bienes particulares y  la tenencia en común de todas las cosas (Hechos 2:43-46 y en el cap. 4:34-35.)  

Si realmente todo el contenido de Hechos debe ser aplicado como modelo; ¿cómo aplicamos esto a nuestros días?  Consideramos finalmente que Jesús llamó a 12 con un fin que va más allá de nuestro inmediato razonamiento, y que para un estudio a profundidad de ese tema debemos usar aun más tiempo y espacio en esta edición; sin embargo debemos mencionar el carácter escatológico de muchos sucesos bíblicos; el número 12 significa elementalmente perfección de gobierno. 12 es producto de 3 (el número perfectamente divino y celestial) y 4 (el terrenal, el número de lo que es material y orgánico). Demostrando así el gobierno de la TRINIDAD (3) sobre la TIERRA (4). Es mediante este juego de números donde entendemos dos cosas a la luz de la Palabra; primero que el gobierno perfecto es solamente capacidad de Dios, y en segundo lugar; comprendemos que lo que gente como Loyola, Escrivá y Castellanos, pretenden es tomar atributos divinos para crear estructuras humanas y piramidales.

LOS PRINCIPIOS DEL MOVIMIENTO G-12?

El mundo actualmente se encuentra infestado de millares de corrientes autodenominadas cristianas pero con desviaciones doctrinales tremendas. La mayoría de estos iluminada y visionaria están empecinados en crear estructuras piramidales para acentuar un poder absoluto sobre la iglesia buscando su exaltación y bienestar. Vamos hacia un Papado Evangélico. Los teólogos se esfuerzan por estudiar estos movimientos, corriente o expresiones de cristianismo, descubriendo un terrible sincretismo religioso. Si para los teólogos este es un trabajo arduo, imagínese lo que es mantener un orden en la mente y creencias del pueblo cuando nos invade una corriente que afirma tener la verdad absoluta. Respecto al G-12, nos encontramos envuelto en un difícil dilema por definir lo qué representa o busca en el ámbito eclesiástico, quizás el fin sea crear un “Vaticano evangélico” entorno a la visión de un hombre; César Castellano y de una nación; Colombia.

DEFINIENDO EL MOVIMIENTO G-12

 Es bueno que tomemos la definición que transcribimos a continuación, la cual fue dada por Onezio Figueiredo, un prominente teólogo evangélico, sobre el movimiento de la Visión G-12 que dice así: “Preliminarmente afirmamos que se trata de un movimiento paraeclesiastico interdenominacional de supuestos propósitos de evangelismo y avivamiento, de naturaleza carismática, proceden-te del carismátismo neopentecostal, de supuestos objetivos misiológicos. Se fundamenta en un sistema organizacional muy abarcante. Recoge participantes de todas las denominaciones. Los recogidos en la “secretísima sala de meditaciones” (Encuentros), a decir verdad, se tornan, después de ser trabajados emocionalmente, afiliados permanentes de los Encuentros”. Sigue diciendo el Pr. Onezio:“Como movimiento paraeclesial, se monta, inicialmente en una forma indefinida para obtener lo siguiente: 

• a-  Ganarse la simpatía de los miembros de las iglesias establecidas e institucionalizadas, hasta que estas se despierten o sus miembros sean alertados, sus agregados apasionados y fanáticos son lo suficientemente fuertes para dividir la iglesia original a favor del “verdadero cristianismo” que “descubrieron” a través de la visión celular, la cual es la única opción imperativa para todos.
• b- Colocar y mantener como carátula hasta donde les convenga y les sean útiles, los temas evidentes de una iglesia; Familia, evangelización y santificación.
• c- Intentar establecer dentro, de una iglesia, diferencias entre los miembros normales y los “mejorados” por el G-12.  Así se inicia una presión psicológica para imponer su visión.
• d- Impedir, por el mayor tiempo posible, la secretividad de lo que se hace en los Encuentros imponiéndose la ley del “sigilo”, lo cual impide la exteriorización de sus doctrinas y objetivos, dificultando la investigación de su cuerpo ideológico y filosofía. Y no solo es el sigilo de sus actividades, sino más bien es el sigilo del contenido, cuidadosamente preserva-do, no existen materiales distribuidos a los participantes, por lo cual nada de grabación, filmaciones o visitantes por parte de los participantes.
• e-  Remueve la obediencia y la fidelidad debida a Cristo hacia los lideres del G-12 y hacia los pastores que abrazan la Visión mediante pactos secretos..
• f-      Sustenta y promueve divulgar el mentalismo y de la “fe positiva”.

Como podrán ver todas estas étnicas chocan con la sana doctrina de la Palabra de Dios.

LAS ENSEÑANZAS HERÉTICAS DEL  G-12

  En esta sección deseamos poner a consideración las cosas raras que hacen y dicen los principales líderes del G-12, tales como César Castellanos, René Terra Nova y Valnice Milhomens, además de las prácticas llevadas a cabo en sus diferentes actividades por estos dirigentes. El G-12 se presenta como la gran propuesta para el nuevo milenio, poco de nuevo tiene este movimiento para-eclesiástico, lo que más atrae es la facilidad de crecimiento, con lo cual se afirma su éxito, aunque en sus practicas y doctrinas no hay nada novedoso para un estudioso dedicado de la Palabra. La mayoría de los participantes desconocen el origen del movimiento, sus propuestas y lo que en el fondo buscan. Todos quedan fascinados por el impacto emocional y el aparente resultado inmediato, por lo cual los promotores del G-12 tienen la esperanza de alcanzar la unidad de la iglesia y una reforma estructural en torno a su verdad.  

Deseamos que pongan especial atención en los relatos de Castellanos, el mismo declara lo siguiente: “En 1991, sentimos que se aproximaba un mayor crecimiento, mas algo impedía que el mismo ocurriese en todas las  dimensiones. Estando en uno de mis prolongados períodos de oración, pidiendo dirección de Dios para algunas decisiones, clamando por una estrategia que ayudase a la fructificación de las setenta células que teníamos hasta entonces, recibí la  extraordinaria revelación del modelo de los doce. Dios me sacó el velo. Fue entonces que tuve la claridad del modelo que ahora revoluciona el mundo en cuanto al concepto más eficaz para la multiplicación de la iglesia: los doce. En esta ocasión, escuché al Señor diciéndome: Vas a reproducir la visión que te he dado en doce hombres, y estos deben hacerlo en otros doce, y estos, a su vez, en otros! Cuando Dios me mostró la proyección de crecimiento, me maravillé”.

En otra parte de su libro Castellano dice: “Sentí mi espíritu desprendiéndose de mi cuerpo. Luché; pero una fuerza invisible manejaba mi alma. De repente, vino a mi mente la prueba del mes anterior y recordé las palabras “no es la hora” me apropié de ellas y dije: Señor no es posible que tu permitas esta muerte, no es la hora, tu me necesitas en la tierra, dame fuerzas para regresar a mi cuerpo y poder levantarlo en tu nombre”. Este relato de Castellanos más que un encuentro con Dios se parece a los viajes experimentados por Loyola y otros ocultistas que sienten el desprendimiento del alma de su cuerpo, es más semejante a las experiencias paranormales de los practicantes de Yoga y otras formas de mentalismo a graves de la meditación trascendental, principio fuerte de la Nueva Era. ¿De que fuerza invisible realmente el habla? Además sorprende la forma arrogante en que él se expresa a Dios diciéndole que Él le necesita en la tierra.

 El G-12 pone en tela de juicio la obra redentora de Cristo, su expiación y el perdón de los pecados. En las sesiones de regresión, el ministrador del Encuentro conduce a los encuentristas a  revisar su pasado para confesar y personar los pecados guardados, y les llevan a buscar aquellos que le hicieron sufrir en cada faja etaria de su vida, desde la infancia hasta la vida adulta. El ministrador debe instruir a los encuentristas a recordar los momentos difíciles, amargos, traumatizantes, etc. Y confesarlo, aunque anteriormente haya nacido de nuevo como creyente. Les llevan a perdonar a cada persona que dañaron en su vida pasada, e inclusive a inclusive a Dios. Esta afirmación se basa en la hipótesis de que alguien esta enojado con Dios. Con esto ignoran la naturaleza santa y justa de Dios, bien como su inmutabilidad, y acentúa el carácter meritorio del sufrimiento humano como formula de expiación. Lo diremos de otra manera, ¿recuerdan que  durante en la edad medieval los católicos buscaban compensar sus pecados sometiéndose a rigurosos castigos físicos y emocionales? Las muy famosas autoflagelaciones, se valían de látigos y otros objetos para infligirse dolores a sus cuerpos con el fon de pagar por sus hábitos pecaminosos. Existían monasterios donde los monjes católicos se recluían y sometían a prácticas donde sacrificaban sus cuerpos con sendos castigos, intentando limpiarse delante de Dios, sin embargo todos sabemos por las Escrituras que nada de lo que hagamos, ni obra alguna de parte nuestra, puede pagar por nuestros pecados, solo  la obra redentora de Cristo en la cruz es valida para el perdón, y cuando nos arrepentimos, “las cosas viejas pasaron” (2 Cor 5:17) y nuestras iniquidades y pecado son sepultará  y echará en lo profundo del mar, (Miqueas 7:19). Si es así ¿por qué volver a sacarlos y usarlos para producir un complejo de culpa y un nuevo arrepentimiento poniendo en tela de juicio la divina justicia y la expiación y el perdón de Jesús? San Pablo nos ordena al convertirnos olvidar todo lo que queda atrás ¿Y que se hace en los Encuentros? Resucitar el pasado para usarlos en la programación mental mediante la regresión (Filipenses 3:13). Loyola buscó la autoflagelación mental, gemía y se dolía por sus pecados y sus debilidades carnales, así también el G-12 evangélico propone que las personas giman por sus pecados en una abierta autoflagelación mental generando un complejo de culpa que en algunos casos puede causar frustración después de la euforia.

El Manual del Encuentro utilizado por el G-12 expresa que: el líder debe “Conducir a cada persona a reconocer que es pecadora y a confesar los pecados que todavía están por ser confesados, aunque ya haya sido un creyente evangélico”. Dice más: “Promover quebrantamiento con liberación de las amarras del pecado, a través de la oración”. El Manual del Encuentro dice: